En la actualidad existen multitud de edulcorantes en el mercado, que son muy eficaces para proporcionar sabor dulce; sin embargo, muchos de ellos no se consideran recomendables para ser consumidos de forma habitual.
En los últimos años, ha despertado el interés de los investigadores la llamada "fruta milagrosa" o "baya mágica" (Synsepalum dulcificum (Schumach. et Thonn.) Daniell), un arbusto originario del oeste de África que se considera un alimento seguro y que contiene una glicoproteína llamada miraculina, que resulta muy interesante, ya que modifica la percepción de los sabores.
Fruta milagrosa. Foto: Hamale Lyman (licencia CC)
La miraculina suprime la acidez e induce el dulzor en alimentos y bebidas ácidos, al tiempo que disminuye la intensidad percibida de los sabores salado y amargo. Como modificador del sabor dependiente del pH tiene un gran potencial para mejorar las preferencias alimentarias de los consumidores.
Los trastornos del gusto son habituales en los pacientes con cáncer tratados con quimioterapia sistémica, lo que afecta negativamente a su estado nutricional y a su calidad de vida. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha aprobado el uso de las bayas milagrosas deshidratadas (DMB) como nuevo alimento, que se está utilizando como coadyuvante para el tratamiento de los trastornos del gusto.En esta línea, se ha llevado a cabo un ensayo piloto para evaluar la eficacia y la seguridad del consumo habitual de DMB en pacientes oncológicos.
En el estudio participaron 31 pacientes oncológicos, que fueron repartidos aleatoriamente en tres grupos, a los que se les administró:
- dosis estándar de DMB (150 mg de DMB/comprimido),
- dosis alta de DMB (300 mg de DMB/comprimido), o
- placebo (300 mg de fresa liofilizada) durante tres meses.
Los pacientes consumieron un comprimido de DMB o de placebo diariamente antes de cada comida principal (desayuno, comida y cena). Durante el estudio se evaluó la percepción electroquímica del gusto, el estado nutricional, la ingesta dietética, la calidad de vida y el perfil de ácidos grasos de los eritrocitos. Los pacientes que consumieron una dosis estándar de DMB mostraron una mejoría en la agudeza gustativa con el tiempo y en la percepción del sabor salado. También presentaron una mayor ingesta energética y un mejor gasto energético. La percepción de calidad de vida mejoró en los pacientes que recibieron la dosis estándar de DMB. Los niveles de ácido araquidónico y docosahexaenoico en eritrocitos aumentaron con la ingesta de DMB. La dosis estándar de DMB también aumentó la masa magra en comparación con el placebo.
Los pacientes que tomaron DMB no experimentaron efectos adversos y los parámetros metabólicos se mantuvieron estables y dentro de los rangos normales. Los autores del estudio concluyen que el consumo habitual de una dosis de 150 mg de DMB mejora la percepción de los alimentos, el estado nutricional (ingesta energética, cantidad y calidad de grasa, masa magra) y la calidad de vida en pacientes oncológicos desnutridos que reciben tratamiento antineoplásico. Además, el consumo de DMB parece ser seguro.
Referencias