El envejecimiento es un proceso inevitable, caracterizado por el deterioro fisiológico y una mayor susceptibilidad a enfermedades crónicas.Â
En las últimas décadas, los investigadores han identificado doce marcadores biológicos del envejecimiento y en este artÃculo se revisa cómo el ginseng (Panax spp.), ampliamente usado en la medicina tradicional asiática, y sus compuestos bioactivos -principalmente los ginsenósidos- pueden modular dichos marcadores.
Efectos sobre los marcadores del envejecimiento
Los estudios en cultivos celulares y modelos animales muestran que ginseng y ginsenósidos actúan a diferentes niveles:
- Telómeros: preservan su longitud y aumentan la actividad de la telomerasa.
- Epigenética: modulan la metilación del ADN y las modificaciones de histonas.
- Proteostasis y autofagia: favorecen la función de chaperonas y reducen estrés del retÃculo endoplasmático; estimulan genes relacionados con la autofagia.
- Mitocondrias: mejoran la biogénesis, reducen especies reactivas de oxÃgeno y previenen la apoptosis.
- Senescencia celular: actúan como senolÃticos/senomórficos, reduciendo biomarcadores (p16, p21, SA-β-gal) y SASPs.
- Inflamación crónica: disminuyen citoquinas proinflamatorias y modulan NF-κB y TGF-β.
- Agotamiento de células madre: promueven la regeneración y viabilidad de células madre hematopoyéticas y neuronales.
- Microbiota intestinal: algunos extractos mejoran la composición bacteriana en modelos de envejecimiento, sugiriendo un efecto prebiótico.
Conclusiones
El ginseng y sus principios activos actúan sobre múltiples vÃas implicadas en el envejecimiento, lo que los posiciona como candidatos prometedores para terapias anti-envejecimiento. Su acción es multifactorial (antioxidante, antiinflamatoria, moduladora de la autofagia, protectora mitocondrial y epigenética).
La mayor parte de la evidencia proviene de estudios celulares y en animales, por lo que se requieren ensayos clÃnicos robustos para confirmar su eficacia y seguridad en humanos.
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