Foto: S. Cañigueral
El lino (Linum usitatissimum L.) es una planta cultivada desde la antigüedad por sus aplicaciones alimentarias e industriales. En la actualidad sus semillas se consideran un “superalimento” debido a su alto contenido en ácidos grasos omega-3, lignanos, fibra, flavonoides, vitaminas y minerales.
Este artículo es una revisión sistemática de 117 estudios publicados entre 1997 y 2024, centrada en las propiedades antioxidantes y anticancerígenas de la semilla de lino.
Entre sus constituyentes destacan:
- Ácidos grasos omega-3 (especialmente ácido α-linolénico), que regulan procesos metabólicos, protegen el sistema cardiovascular y tienen actividad antiinflamatoria y antitumoral.
- Lignanos, como el secoisolariciresinol diglucósido, con actividad antioxidante y estrogénica, moduladores del riesgo de cánceres hormonodependientes.
- Fibra: mejora la motilidad intestinal, regula el metabolismo de la glucosa y podría reducir el riesgo de cáncer de colon.
- Polifenoles y flavonoides: actúan como captadores de radicales libres.
Principales actividades:
1. Antioxidante
Disminuye estrés oxidativo y biomarcadores inflamatorios (CRP, TNF-α, IL-6) en sujetos con sobrepeso o con enfermedad cardiovascular.
Estudios en animales muestran protección cardíaca y efectos en la modulación de vías moleculares inflamatorias (NF-κB, MAPK, TLR4).
Extractos de lino y sus péptidos mostraron capacidad para neutralizar radicales libres y promover la cicatrización de heridas.
2. Propiedades anticancerígenas
Estudios in vitro y en modelos animales confirman actividad frente a cáncer de mama, próstata, colon, ovario, melanoma, glioma y leucemia.
Se han descrito los siguientes mecanismos:
- Inducción de apoptosis en células tumorales (activación de caspasas, aumento de Bax/Bcl-2).
- Inhibición de la proliferación y generación de metástasis.
- Modulación de vías de señalización (HER2, EGFR, PI3K/Akt, MAPK, STAT3).
- Potenciación del efecto de fármacos como trastuzumab y ciclofosfamida.
Resulta interesante destacar que los compuestos del lino mostraron citotoxicidad selectiva sobre células cancerosas, sin dañar células normales.
Los autores concluyen que la linaza presenta un potencial terapéutico y preventivo frente a cáncer gracias a su capacidad antioxidante, antiinflamatoria y reguladora de vías moleculares implicadas en la carcinogénesis y que sus beneficios se expresan mejor dentro de un estilo de vida saludable. Para ello es necesario seguir un procesamiento adecuado de las semillas (molidas, tostadas o tratadas) para reducir su posible efecto antinutriente. También indican que se requieren más estudios clínicos para establecer dosis seguras y efectivas, y para aclarar la consistencia de sus efectos antiinflamatorios.
>> Ampliar la información sobre el Lino en el Vademécum de Fitoterapia