FIGURA: Agentes anticancerosos procedentes de plantas medicinales y aromáticas (Quintero-Rincón P., et al. Nat Prod Bioprospect. 2025 (licencia CC).
Los productos naturales obtenidos de plantas medicinales y aromáticas son cada vez más reconocidos como prometedores agentes anticancerÃgenos debido a su riqueza estructural, incluyendo moléculas de terpenos y flavonoides, que inducen la apoptosis y modulan la expresión génica. Estos compuestos ofrecen una alternativa a los tratamientos convencionales, a menudo costosos, que enfrentan desafÃos como la resistencia a múltiples fármacos.Â
Esta revisión tiene como objetivo proporcionar un enfoque alternativo para controlar eficazmente el cáncer mediante la consolidación de hallazgos significativos en la identificación de productos naturales y el desarrollo de agentes anticancerÃgenos a partir de plantas medicinales y aromáticas. En el artÃculo se sintetizan los hallazgos de una búsqueda exhaustiva en bases de datos académicas, como PubMed y Springer, priorizando artÃculos publicados en revistas con revisión por pares que abordan la bioprospección de plantas medicinales y aromáticas como agentes anticancerÃgenos.Â
La revisión aborda las actividades anticancerÃgenas de los extractos de plantas y aceites esenciales, que fueron seleccionados por su relevancia para la quimioprevención y la quimioterapia. Entre los compuestos utilizados con éxito en la terapia contra el cáncer se incluyen el docetaxel (un agente antimitótico), el etopósido VP-16 (un agente antimitótico e inhibidor de la topoisomerasa II), el topotecán (un inhibidor de la topoisomerasa I), la timoquinona (un inductor de especies reactivas de oxÃgeno, ROS) y el isotiocianato de fenetilo (con múltiples mecanismos).Â
La revisión destaca productos naturales como el hinokitiol, la mahanina, la hesperetina, el borneol, el carvacrol, el eugenol, el galato de epigalocatequina y la capsaicina por su eficacia demostrada contra diversos tipos de cáncer, como el de mama, el de cuello uterino, el gástrico, el colorrectal, el de páncreas, el de pulmón, el de próstata y el de piel. Finalmente, destaca la necesidad de continuar los estudios de bioprospección para identificar nuevos productos naturales que puedan utilizarse con éxito en la quimioprevención y la quimioterapia modernas.
Las investigaciones futuras deben priorizar la dilucidación de las vÃas moleculares especÃficas a través de las cuales los fitoquÃmicos bioactivos ejercen sus efectos anticancerÃgenos. La investigación de sus interacciones con dianas celulares, como enzimas, receptores y proteÃnas señalizadoras, es necesaria para comprender cómo estos compuestos inducen la apoptosis, inhiben la proliferación o modulan la respuesta inmunitaria. El desarrollo de técnicas avanzadas como la proteómica, la metabolómica y la bioinformática es esencial para mapear estas interacciones e identificar posibles biomarcadores de eficacia y seguridad.
Es necesario progresar en la identificación y el aislamiento de fitoquÃmicos bioactivos especÃficos, para el desarrollo de terapias dirigidas que minimicen los efectos secundarios y maximicen la eficacia. El desarrollo de sistemas de administración dirigida, como nanopartÃculas o liposomas, podrÃa mejorar aún más el Ãndice terapéutico de estos compuestos al aumentar su acumulación en los tejidos tumorales. A medida que se establezca la seguridad y la eficacia de los compuestos derivados de plantas, es probable que se amplÃe su integración en los regÃmenes de quimioterapia estándar.
Finalmente, la exploración de especies vegetales infravaloradas puede revelar nuevos agentes anticancerÃgenos, mientras que las prácticas de abastecimiento sostenible garantizarán la integridad ecológica y la disponibilidad a largo plazo de estos valiosos recursos en las iniciativas de bioprospección.