Plantas para el tratamiento de la sarna

Plantas para el tratamiento de la sarna

B. Vanaclocha

El arador de la sarna (Sarcoptes scabiei) es un ácaro de 0,15-0,45 mm con 4 pares de patas que parasita a animales mamíferos produciendo la enfermedad conocida como sarna, que representa un importante problema de salud pública.

Tras la fecundación, que ocurre en la superficie de la piel, el macho muere y la hembra se introduce en el estrato córneo de la piel y va desarrollando túneles, dejando los huevos a medida que penetra en la piel (2 a 3 huevos por día) hasta que finalmente muere en el túnel a las 4 a 6 semanas, habiendo puesto entre 30 a 50 huevos. Los huevos eclosionan y las larvas emergen a la superficie de la piel, se transforman en ninfas en 3 a 8 días y posteriormente en adultos en 12-15 días. Las formas contagiosas son la ninfa y los adultos.

Los ácaros producen una picazón intensa similar a una reacción alérgica. El diagnóstico tardío y el tratamiento inadecuado pueden tener graves consecuencias como septicemia, glomerulonefritis estreptocócica aguda, enfermedad cardíaca e infecciones secundarias.

En el tratamiento suele emplearse el antiparasitario ivermectina por vía oral y permetrina aplicada tópicamente, junto con el tratamiento sintomático oportuno. La medicación puede aliviar rápidamente al paciente, pero que tienen el inconveniente de que pueden aparecer efectos secundarios, como astenia, dolor abdominal, anorexia, estreñimiento, diarrea, disnea, náuseas, vómitos, somnolencia, vértigo, irritación cutánea y urticaria.

Las plantas medicinales pueden constituir una alternativa eficaz y segura, con efectos secundarios mínimos o nulos. Los autores de esta revisión realizaron una búsqueda bibliográfica en Google Scholar, PubMed, Medline y ScienceDirect.

Los resultados mostraron un interesante efecto escabicida de algunas plantas medicinales, como Melaleuca alternifolia, Curcuma longa, Azadirachta indica, Rosmarinus officinalis, Capsicum annuum, Cinnamomum camphora, Solanum nigrum y Eupatorium perfoliatum. Sin embargo, dado que la mayoría de los ensayos son preclínicos, se requieren estudios complementarios para demostrar su eficacia y seguridad. También sería recomendable identificar los principales constituyentes químicos responsables de la acción escabicida, lo que permitiría desarrollar nuevos productos efectivos y con mínimos efectos secundarios.

Referencia: Akram M, Riaz M, Noreen S, Shariati MA, Shaheen G, Akhter N, et al. Therapeutic potential of medicinal plants for the management of scabies. Dermatol Ther 2020; 33(1): e13186. doi: 10.1111/dth.13186.